Para mi la respuesta es NO, pero parece que es más fácil voltear hacia el otro lado y fingir que no sucede nada, somos expertos en minimizar o ignorar completame las banderas rojas que nos indican que algo no está bien, o que definitivamente va mal, es más común de lo que pensamos vivir en estado de negación, disimulando que todo está en su lugar solo para engañarnos cuando algo no resulta como pensamos que era, y esto aplica para relaciones y situaciones que nos pasan en la vida. Así por más evidentes que sean las señales se nos pasa la vida fingiendo que no pasa nada, y luego actuamos con sorpresa cuando ocurren las cosas, cuando la única verdad es que todo tiene un proceso solo que estuvimos ignorándolo.
Dijo Napoleon que aquel que no conce su historia está condenado a repetirla, entonces parafraseandolo con mucho respeto digo que quien no acepta que tienen un problema que debe resolver chocará mil veces con él, porque aunque nos empeñemos en negarlo esa realidad no va a dejar de existir.
Soy de las que piensa que para estar guindando es mejor caer, claro eso después de vivir muchos años postergando decisiones en mi vida que me restaron oportunidades, solo por el hecho de pensar que si negaba el problema lo desaparecía, y así me empeñé en seguir anclada a una situación que ya no me daba felicidad, hasta que me dí cuenta que el problema seguía ahí, y el día que lo afronté fue que logré salir de él.
Así suele suceder con muchas personas, creen que por el hecho no admitir que algo les afecta lo van a contrarrestar, porque negarlo es una forma de defenderse del malestar que eso le genera, lo cierto es que la negación nos hace más vulnerables y así eso va socavando nuestras estructuras más profundas hasta que un día se vuelve algo inmanejable para nosotros y nuestras emociones.
Un ejemplo dramático pero cierto son las adicciones, solo hasta que el adicto acepta que tiene la adicción es que puede empezar a controlarla, asi sucede en otros aspectos de nuestra vida, el día que decidimos enfrentarnos con nuestros miedos, conflictos internos, dilemas laborales, de pareja entre otros, y aceptamos con madurez que algo se ha desviado o que dejó de funcionar es cuando realmente estaremos frente a la oportunidad de generar una transformación, antes no.
Aprendimos muy bien a ignorar y a su vez nos cuesta mucho aceptar peligrosa combinación, será orgullo o temor a lo que digan los demás, veo tanta gente metida en lugares donde no son felices fingiendo que sí lo son solo por miedo... así se nospuede ir la vida, negándonos a nosotros mismos la oportunidad de brillar y sentirnos plenos en otra parte.
Ya basta de correr la arruga, escurrir el bulto, hacernos los locos, voltear e ignorar las realidades que nos golpean por dentro, cada día más gente lo hace y el mundo va mal, además de cobarde es poco acertado. Negar nuestra responsabilidad en algo no nos exculpa, así que si por nuestra actuación hemos causado algún malestar lo más sensato que podemos hacer es reconocerlo, y así enfrentarnos con valentía a los problemas.
El primer paso para resolver un problema es aceptarlo, las formas de solucionarlos vendrán por añadidura, si lo ignoramos crecerá tanto que nos corroerá por dentro y nos invadirá hasta asfixiarnos, así, la consgna es estar atentos a las pequeñas señales y abordalas a tiempo, no dejemos las cosas para después solo "por evitar", porque por evitar, nosotros mismo nos metemos en la boca del lobo.
Entonces lo que ignoramos no desaparece, crece se reproduce y nos contamina, aquí aplica el dicho "es mejor cortar por lo sano", o "es mejor prevenir que lamentar" así que debemos abrir los ojos y estar atento a todo lo que nos pasa y porqué, solo así podremos solucionarlo, también es un tema de amor y merecimiento, porque si me amo y sé lo que me merezco no aceptaré algo que no me de felicidad.
Gracias por leerme déjame en los comentarios tu opinión sobre el tema.