En éstos días estuve viendo un vídeo de Youtube que me pareció muy interesante, por eso decidí usarlos como inspiración para desarrollarles de un modo más completo el tema que me gustó, Lo que nadie hará por mi y es que la vida nos muestra que es muy corta y que lo único que podemos hacer es vivirla con plenitud, sin dejar nada para después, porque mientras esperamos el mejor momento la vida sigue y nos deja el autobus, ¿Aplica esto para todos? ¿Podemos con fórmulas magistrales ser más felices?
Sé perfectamente, que nos ha tocado vivir una coyuntura muy compleja, los problemas saltan a la vista y el tiempo se nos diluye tratando de resolver el día a día, así que si me la paso buscando el sustento diario de mi familia, por ejemplo, ¿cómo puedo hacer otras cosas para distraerme y sentirme feliz? es ahí cuando me doy cuenta que la calidad de vida poco a poco se nos ha ido mermando, pues es dificil que una persona que pasa más de la mitad en una competencia por la sobrevivencia tenga ánimos o energía para hacer algo diferente, y, aunque la resiliencia nos ayude a sobreponernos a esas dificultades y la actitud positiva haga otro tanto, hay situaciones que nos sobrepasan y nos indican que si queremos realmente tener salud mental debemos ubicarnos en un entorno más apto para nosotros y para nuestros niños.
Hoy en día los que vivimos en Venezuela sabemos que cada día ocupamos una mayor parte de nuestro tiempo en resolver que temas que en otra parte resolveríamos en cuestión de minutos, en eso se nos van los días, los meses, los años, ya llevamos mucho tiempo en esto tratando de resolver y sobrevivir, algunos lo hemos logrado, a otros se les ha hecho más difícil, pero lo más grave es que muchos se han acostumbrado, en fin cada quien tiene capacidades diferentes, sin embargo, intentando analizar el lado positivo pienso que frente a otros la crisis nos ha dotado de unas capacidades y habilidades especiales que nos colocan en algunos casos en ventaja porque nos ha sobredimensionado en la mayoría de las actividades, pues gracias a esas dificultades nos volvimos más creativos, eso es el lado positivo del asunto, y a eso debemos sacarle partido, también saltan a la vista las consecuencias negativas, pues han proliferado una parte de la sociedad muy ventajista que cree que estamos en competencia y que el ganador serà el más vivo y el que aprenda màs rápido a como sacar provecho de los demás, son las caras de la moneda y sí debemos aprender a vivir con eso, aunque ésta circunstancia genere depresión y desasosiego en una parte importante de la población, definitivamente sobrevivirá el que tenga mejor actitud.
Entonces, sea cual sea la circunstancia, debemos buscar un momento solo para nosotros, y realizar actividades que nos dejen satisfacciones personales, no tenemos que gastar mucho dinero que en muchos casos no tenemos destinado para eso, pero sí podemos darle un uso más eficiente al que recibimos, veo mucha gente quejarse porque no cuenta con recursos para hacer alguna actividad que le gustaría hacer pero que no hace por falta de dinero, pero todos los días por ejemplo gastan 1$ en un refresco, que no es saludable y que al cabo de 10 días son 10$ y en un mes son 30$, entonces todo es cuestión de prioridades.
Sé muy bien que vivimos en una sociedad desigual, en la que un pequeño grupo tiene acceso a mucho y no le da pena demostrarlo, y otro grupo que por mucho que haga se le hace difícil sortear el día a día entre carencias y necesidades no cubiertas, y aún así hay un tercer grupo que dedició hacer algo al respecto y trabaja sin descanso para salir adelante pese a cualquier dificultad, afortunamente pienso que los del tercer grupo somos mayorías, entonces empecemos por priorizar que es lo verdaderamente importante, que es lo que queremos lograr, empecemos por una pequeña lista, y decidamos si nuestro estado emocional está apto para continuar viviendo la realidad que nos ha tocado, ésto es muy importante, porque el desgaste físico y emocinal lleva a la depresión.
Así que lo que nadie hará por nosotros será cuidar nuestro estado emocional, somos nosotros los únicos que podemos regular esas situaciones que inciden directamente en nuestras cargas emocionales, no vamos a evitar que las cosas pasen pero sí podemos prepararnos para que nos afecten en menor grado, entonces busquemos el momento para ocuparnos de nosotros, relajarnos, dar gracias a Dios porque tenemos salud, los problemas económicos se resuelven pero ni con dinero compramos la salud, y así conscientes del privilegio que tenemos empezar a enforcarnos en nuestro bienestar emocional.
Gracias por leerme, déjame en los comentarios tu opinión sobre el tema.