Mis pasiones: Amar, escribir y hornear. Mi Blog es mi mundo, mi espacio de reflexión, Mi diario personal, me dejo fluir a través de las palabras, aprendo de la cotidianidad, amo escribir y que ustedes lo lean.

viernes, 11 de febrero de 2022

Emocionalmente racional

¿Encontrar el equilibrio entre el corazón y la razón? sí hay que encontrar un equilibrio entre lo emocional y lo racional. Las personas impulsivas tienden a no pensar antes las cosas, pero las personas demasiado racionales necesitan actuar más y pensar menos.

Entonces, cual lado predomina en nosotros dependerá de la postura de quien lo analice pues algunos especialistas afirman que somos seres racionales que tenemos la capacidad de pensar en términos abstractos. nuestras emociones tienen un peso muy grande en como vivimos las situaciones que nos ocurren, entonces al aprender a gestionar nuestros estados de ánimo podríamos convertirnos en seres más efectivos.

Por su parte los estudiosos de las neurociencias sostienen que somos  principalmente seres emocionales que aplicamos la razón, en mi caso en una oportunidad estudiando con más profundidad la inteligencia emocional me adentré en el tema de los tres cerebros, el Reptil, el Límbico y el Neocortex; a nivel neurofisiológico, se asocia la actividad racional con el córtex, así como la emocionalidad con el límbico, ahora bien, según mi criterio lo ideal sería que pudiese generarse una sinergia entre ambos para que podamos tener autocontrol y ser racionales sin que eso afecte nuestra capacidad de sentir, y ser emocionales sin perder la razón.


Obviamente no es posible tener una emoción sin que ésta nos genere algún tipo de pensamiento, ni se puede pensar  sin que ésto nos depare algún tipo de sensación. Sin embargo en algunas personas siempre predomina una de las dos, y es allí donde la incapacidad de autoregular deviene en otro tipo de situaciones inmanejables, pues se tocan extremos entre parecer un ser humano excesivamente racional sin sentimientos o ser demasiado susceptible e inestable con lo que pasa en el entorno, ambos extremos son malos.

Entonces las personas que solo se mueven desde la razón sin considerar lo que sienten, vivirán ancladas en la frustración, mientras que los que se conecten solo con las emociones y tomen decisiones basados en impulsos vivirán de forma descontrolada, por lo que no se debe ser ní rígido ni muy flexible, el escenario que debemos procurar es el equilibrio entre la razón y la emocionalidad, y eso lo logramos analizando siempre las situaciones desde ambas perspectivas, estudiando los pro y contras de hacer algo e internalizando como nos sentíriamos con los resultados, partiendo de allí estaremos mejor preparados para tomar decisiones más favorables en nuestra vida, una opción viable es realizar una lista de lo que deseamos y porqué creemos que eso sería bueno para nosotros, siempre coincido en que escribir es terapeútico, la acción de plasmar en un papel cualquier idea es un buen punto de partida para analizarlo posteriormente con una visión más amplia, por ejemplo cuando queremos realizar algún proyecto o guardar dinero para algo en específico y de pronto nos tentamos a gastarlo en algo no tan necesario porque nos provocó, antes de tomar cualquier decisión debemos pensar bien porque lo hacemos y como nos vamos a sentir después y si eso traerá algún beneficio adicional a nuestra vida, seguramente, eso servirá para recuperar el enfoque.


Sí te gusta el contenido hazmelo saber en los comentarios, gracias una vez más por leerme.