El mundo está de cabeza, cada día vemos con asombro como suceden cosas que no imaginamos posibles hasta que pasan.
En una crisis mundial creciente, con el colapso del sistema, el auge y sustitución del contacto cara a cara por las redes sociales, los conflictos bélicos, el desamor, el individualismo, la hostilidad y tantas otras cosas más, es difícil mantener la calma, ante tantos sucesos me pregunto ¿Cómo mantener el equilibrio emocional en un mundo en caos?
La tranquilidad definida en términos sencillos es ese estado mental en el que no existe el miedo, la angustia y la preocupación, de modo tal que llega a experimenartse un equilibrio cuerpo-mente.
En escenarios de crisis solo estando en calma logramos pensar con serenindad, cuando estamos inestables emocionalmente somos más propensos a no darnos cuenta de las oportunidades que se presentan en medio de las situaciones díficiles y nuestra capacidad para reaccionar ante eso y discernir también se afecta.
Nuestra mente es una autopista infinita llena de millones de pensamientos que nos dan o nos quitan tranquilidad, que nos provocan ansiedad y la forma como manejemos esos estados anímicos nos sumará o restará posibilidades para hallar la paz en un entorno conflictivo.
La preocupación por el mañana, la incertidumbre y las expectativas juegan en contra de la tranquilidad, si a eso le sumamos que diariamente somos expuestos a noticias abrumadoras, al estrés, a los problemas económicos, de pareja y familiares es comprensible que muchos humanos caigan en crisis profundas y trastornos depresivos que no les permiten controlar la situación y que en condiciones más extremas los empujan a tomar decisiones que atentan contra su integridad física como el suicidio, el consumo de sustancias ilícitas, el alcoholismo, entre otras.
Cuando una persona se siente muy cargada por una situación que no puede controlar busca escapar, en las vías de escape hay muchos riesgos por eso debemos observar con atención y buscar por todos los medios encontrar calma para pensar mejor las cosas y tomar una mejor decisión.
Si nuestro entorno está muy contaminado, nuestros pensamientos lo estarán, a menos que aprendamos a controlarlos, por eso debemos aprender a conectarnos con el silencio,es apremiante buscar momentos de traquilidad y sosiego en medio del ruido.
Me pasa mucho que me cuesta concentrarme cuando mis hijos están jugando, gritando, pero ya entendí que me toca reencuadrar esa situación y controlar ese ruido en mi mente, es algo difícil pero no imposible, algunas veces lo logro con música, así que lo primero que debemos entender es que no podemos controlarlo todo, tampoco podemos cambiar la realidad de otro, solo podemos hacer algo con la nuestra y partiendo de allí podríamos replicar ese efecto en los demás.
Te recomiendo, buscar un momento para ti, yo no sé meditar pero lo intento, cuando me conecto con mi respiración me tranquilizo, ésto me ayuda a no reaccionar de inmediato y pensar mejor, cuando me relajo libero esa energía que me agobia, así he logrado ir trabajando mi mente para que se calme y pueda encontrar un poco de paz, silenciar la mente no lo he logrado, pero sigo trabajando en en ello, el primer paso es concentrarse, mantener el foco en eso que te propongas para que de forma progresiva vayas logrando un equilibrio.
Espero que lo pongas en práctica y me cuentes si te funciona, si te ha gustado el contenido déjame un comentario y comparte en tus redes sociales.
Gracias.