Mis pasiones: Amar, escribir y hornear. Mi Blog es mi mundo, mi espacio de reflexión, Mi diario personal, me dejo fluir a través de las palabras, aprendo de la cotidianidad, amo escribir y que ustedes lo lean.

viernes, 25 de marzo de 2022

El alto costo de la mediocridad

 

Crecí escuchando: "Si vas a hacer algo conviértete en la mejor, si no estás segura de lograrlo prepárate y lo vuelves a intentar, pero no te conformes con ser una más", muchos de los que hoy estamos en el rango adultos contempóraneos que no somos viejos para tampoco adolescentes crecimos con la premisa de la excelencia.

La mediocridad por su parte podría definirla como hacer las cosas por hacerlas sin cuidar los resultados, omitiendo la calidad y el valor mínimo aceptable, la palabra mediocre deriva del latin mediocris y significa  "medio" "común".

Partiendo de allí, es evidente que ser mediocre es una forma de hacer las cosas, se aprende a ser así cuando los niveles de exigencia son mínimos, lo que me hace pensar que las personas no son mediocres por elección, podrían inluso no notarlo, ya que lo que sucede es que sus estándares de calidad están por debajo de la media, se les da natural, porque creen que es normal.

Una persona medicre no hace las cosas mal de forma intencionada, aunque podría suceder, porque no está motivado o a gusto y no le preocupa que todo salga bien, se es mediocre cuando  se empiezan a obviar pequeños pero importantes detalles como ser puntual, cumplido, responsable, dedicado, comprometido, entre otros.

Todos en algún momento hemos sido víctimas de la mediocridad bien sea del gobierno, de los servicios públicos, del sistema de administración pública e incluso de la privada aunque en menos proporción también sucede porque profesionales poco aptos hay en cualquier ámbito.

La mediocridad solo la combatimos con excelencia, con el cuidar los detalles, con querer hacer siempre las cosas de la mejor manera posible.

Hoy en día vemos como el reduccionismo y la pretensión de que  todo puede ser simplificado lleva a muchos a querer alcanzar objetivos haciendo el mínimo esfuerzo, con la idea errónea de que lo que hacen está bien, ésto sucede porque cada vez se es más condescendiente con lo mal hecho, y, ésto conlleva riesgos de acostumbrarnos a pertenecer a la media, al común que no aporta elementos de valor a lo que hace, créeme que es mucho más costoso hacer algo mal y tener que repetirlo generarándo pérdidas de recursos, que fijarse una meta, proponerse hacer lo mejor que se pueda, hacer seguimiento y obtener los resultados esperados.

Sí queremos que algo nos aporte valor, calidad, excelencia definitivamente tenemos que ser exigentes, el no conformarnos con lo poco que otros nos dan, los enfrenta con el desafío de mejorar cada día más.

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