Mis pasiones: Amar, escribir y hornear. Mi Blog es mi mundo, mi espacio de reflexión, Mi diario personal, me dejo fluir a través de las palabras, aprendo de la cotidianidad, amo escribir y que ustedes lo lean.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

La consistencia de tus acciones

 





En la vida debemos ser consistentes a pesar de nuestras circunstancias, debemos intentar ser coherentes con nuestras acciones, pensamientos y palabras, no hay nada más bonito que una persona que hace lo que piensa y dice, esto nos prepara para un escenario de mayor claridad mental en la vida, es algo así como disfrutar la vida tomándosela en serio.

 La consistencia se define de modo muy sencillo como esa cualidad de ser estable, congruente para mantenerse en el tiempo, por lo tanto no se desvanece, es decir, ser uno mismo y comportarse de la misma manera con todas las personas manteniendo  ese sello personal es SER CONSISTENTE.

Para que exista consistencia en nuestro proceder debemos evitar decir o hacer cosas que no sintamos de verdad o no estemos dispuestos a cumplir, porque ese es el delgado hilo entre ir por la vida dejando huellas o garabatos, el secreto es mantener el discurso y la coherencia de los actos.

Cada quien decide de que lado se quiere ubicar, en mi caso, evito por todos los medios, y digo lo evito porque soy un ser humano propenso a las equivocaciones, comprometerme para no generar falsas expectativas, muchas veces por ser amable o tener un gesto con otra persona no he sido lo suficientemente clara y solo por eso, por un malentendido he quedado mal ante otro, por eso tanto hablo ahora de la claridad, porque cada quien interpreta a su manera y ofrecerte a apoyar en algún momento puede ser tomado como una obligación inmediata y no poder hacerlo para la otra persona podría ser un incumplimiento y falta de apoyo.

Sin embargo, siempre que puedo, evito ser inconsistente, si yo digo algo es porque lo siento de verdad, y me esfuerzo en actuar con coherencia y eso es lo que pido, ni más ni menos, las palabras son claves, cómo las usas, en la forma en que lo dices y cómo la otra persona las toma, porque una cosa es dejar espacio a la imaginación porque no hablas claro, y la otra es decir algo con las palabras precisas y no cumplirlo.

Les confieso que en algún momento de mi vida llegué pensar que era asperger porque en mi caso si me decían algo me lo tomaba de forma literal, entendía las palabras tal cual como me las decían, y las otras personas bromeaban con eso, ah te lo tomaste en serio? Estaba Jugando... ¿Y yo he pensado, será que el problema soy yo?.

Luego de madurar con la experiencia, me di cuenta que definitivamente definitivamente NO, el problema en todos los casos no era yo, de allí que me la paso investigando sobre todas esas herramientas que nos sirven para ser mejores personas, y así he aprendido a ser empática, porque dónde hay empatía no hay indolencia.

Los seres humanos somos susceptibles unos más que otros y por eso siempre debemos pensar bien antes de actuar, en estos tiempos de tantas enseñanzas, la pandemia, la necesidad de reinventarnos, he entendido que no, el problema no soy yo, a desde niña me enseñaron a siempre decir la verdad de mis sentimientos, y simplemente cuando no los siento no digo nada, me enseñaron a no jugar con las palabras, a entender y dar valor al significado de cada una, a alinear mis pensamientos con mis acciones, y eso es lo que hoy en día intento replicar, pienso que cada ser humano le aporta algo al mundo, a su entorno, yo quiero dejar huellas imborrables y bonitas.

Justo eso intento enseñarle a mis hijos, los humanos tenemos que alejarnos de la banalidad disfrazada de sentimientos, de la condicionalidad e inconsistencia de las acciones, es tan fácil, seamos como niños, los niños siempre dicen la verdad, los niños son espontáneos, auténticos, por eso los adultos debemos aprender mucho de ellos, porque aunque todos primero fuimos niños, las experiencias nos van a cambiando hasta convertirnos en seres desconocidos para nosotros mismos.

Entonces, si no sientes algo no lo digas, si no estás seguro de algo no lo hagas, si crees que no puedes cumplir algo no lo ofrezcas y menos hagas promesas que no piensas cumplir, lo que menos debes hacer es usar palabras ligeramente, hay palabra sagradas que no son para todo el mundo, lo que realmente vale en la vida es la esencia, es esa que le colocas a cada pequeña cosa que haces, y no hay nada más gratificante que saber que eres una persona genuina que cuando hace o dice algo es porque eso forma parte de su alma y su verdad.