A lo largo de mi vida he sido una persona tímida, muchas veces prefería callar lo que pensaba por pena a lo que pudiera pensar otro, y así durante mucho tiempo elegí reprimir muchos pensamientos o sentimientos hasta que me di cuenta que no me permitía ser.
Con la madurez y la experiencia me di cuenta que no decir lo que realmente pensaba o sentía en el momento indicado era una pérdida de tiempo y oportunidades, que por no expresarme vivía con la incertidumbre, y postegando lo que quería vivir pero no me atrevía a reconocer.
Cuando reprimes las emociones te niegas a ti mismo el poder vivir ciertas experiencias, la espontaneidad permite que todo fluya con naturalidad, por el contrario cuando hay represión el colapso emocional en algún momento llega.
Es importante aclarar que expresarse no es explotar, no es de reaccionar airadamente contra algo o alguién, me refiero a tener la necesidad de hablar sobre algo que sentimos y decidir callar porque pensamos que no hacerlo es mejor, al final reprimir es evadir.
Siempre sera mejor hablar y expresar lo que sientes que quedarte callado.
