Nuestras circunstancias son el viento ese que nos aleja o nos acerca, hay momentos en los que el viento está a nuestro favor y todo se facilita, otras vamos contracorriente... y sentimos como las horas se hacen largas.
Así funciona la vida... Dicen que todos al final volvemos al lugar donde fuimos felices, dicen que todos tenemos la capacidad de transformar la vida de otros, cada quien tiene sus formas, algunas veces una palabra, otras un silencio, la distancia, hacer mucho o no hacer nada, cualquier motivo por pequeño que parezca es suficiente para transformar una vida para siempre, para cambiar un rumbo, para alterar el hilo del tiempo, algunos nos llaman caos, llegamos a desordenar para reorganizar, los humanos necesitamos el desorden, otros lo llaman efecto mariposa, le podemos dar el nombre que más nos guste, yo le llamo el poder de transformar.
Todos los humanos en algún momento somos capaces de lograr que otro se replantee su vida, incluso la forma como quiere vivirla, de un modo directo o indirecto somos responsables y debemos preguntarnos ¿Cuántas vidas hemos transformado a partir de nuestro comportamiento?.
Por todo esto, debemos estar atentos, revisar que hemos logrado y si esa transformación ha sido para bien o no, seguro si lo analizamos han sido muchas vidas en las que hemos influído, tal vez ni lo imaginamos, porque no ponderamos la magnitud del efecto que nuestros actos y palabras tienen en los demás.
Los humanos tenemos ese poder de transformar, de hacer marchitar o de hacer florecer un corazón. Y es cierto que no somos responsables de como los demás nos interpretan, pero sí somos responsables de como hacemos sentir a los demás.
Todo tiene una causa, no te centres en el efecto, vigila el comportamiento que genera una reacción y verás de que estoy hablando, ojalá esta reflexión sirva para que de hoy en adelante estemos más del poder que tenemos.