El desapego emocional es la capacidad que tiene la persona de desengancharse, desvincularse y no aferrarse a algo que le genera cierta dependencia.
Mientras uno no logra entender el desapego lo percibe como indiferencia o egoísmo, y según los especialistas en psicología no hay nada está más alejado de la realidad; consultando en el portal www.psicologosantacoloma.es encontré lo siguiente:
"Este es el poder del desapego, no dejo de querer cosas o a personas, simplemente dejo de aferrarme a ello como si fuera lo único importante. Es andar mirando el camino y no el resultado. Los excesos nos ponen cadenas y no nos dejan ser libres.
En nuestras relaciones personales, el desapego es clave para nuestro bienestar. Puedo relacionarme contigo de una manera más libre, dejando espacios para la individualidad. Te elijo pero no te necesito, prefiero estar contigo pero puedo estar sin ti. Disfruto de compartir mi tiempo contigo, pero no vivo con el miedo a perderte. El amor deja de ser necesidad para ser solo amor."
“Desapego es aprender a amar, a apreciar lo que tenemos y a involucrarnos en las relaciones de una manera más sana y equilibrada”
En definitiva aprender a manejar el desapego es cuestión de madurez e inteligencia emocional, soltar el control solo lo hace una persona que sabe gestionar muy bien sus inseguridades, que tiene un autoconcepto de alto valor y que ha entendido que esas situaciones o personas no le pertenecen por lo tanto no puede manejarlas a su antojo. En mi historia personal sigo intentándolo, no es fácil pero tampoco imposible, solo debemos entender que lo mejor es que nuestra paz, estabilidad y tranquilidad solo depende de nosotros, de nadie más.