Somos Amor, venimos del Amor, crecemos y tenemos oportunidades en la vida gracias al amor de nuestros padres y familiares que nos cuidan mientras somos indefensos y dependientes.
Dicen que amor mueve al mundo, pienso que no solo lo mueve también lo salva, incluso algunos han creado memes pidiendo que la próxima pandemia sea el amor, eso sería genial, pues es precisamente por falta de amor que ocurren tantos hechos lamentables alrededor del mundo.
En la niñez somos amorosos, expresivos, espontáneos, luego a medida que vamos creciendo y sumando experiencias algunas no tan buenas, nos volvemos parcos, reservados, tímidos y terminamos siendo inhibidores de nuestros propios sentimientos, quizás lo hacemos como mecanismo de defensa, hasta que llega alguien que nos despierta la fibra más íntima que nos produce el amor y es cuando decidimos timidamente demostrar lo que realmente sentimos.
Aprendemos a expresar el amor de diferentes maneras, según el lenguaje con el que cada uno se identifique: entonces las palabras de afirmación, los actos de servicio, el tiempo de calidad, los regalos o el contacto físico son los medios que cada uno escoge para demostrarlo.
Inhibir el amor nos distancia, por eso debemos permitirnos sentir y expresar con espontaneidad nuestros sentimientos, hacerlo libera de cargas y nos genera paz interior, porque no solo basta con sentirlo tenemos que expresarlo para que la otra persona se sienta querida y apreciada.
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