Hay un famoso dicho que dice "Nadie aprende en cabeza ajena", esto es indiscutible, y se traduce en que cada quien necesita vivir sus propias experiencias para aprender las lecciones de la vida.
Podemos dar mil recomendaciones, si nos las piden por supuesto, y si quien las recibe es consciente de lo que hace y tiene disposición de aceptarlas, y, aún así por más que digamos algo e insistamos en una idea, esta solo será tomada en cuenta si la otra persona está realmente dispuesta a recibirla y aplicarla.
Eso sucede porque la forma válida para aprender es viviendo la experiencia, ningún ser humano puede pretender vivir a través de la experiencia de otro, porque eso no es vivir.
Sólo se aprende del día a día, de lo vivido, de los errores y de las rectificaciones que son las que nos hacen madurar.