He logrado entender que no necesitamos defendernos de las opiniones ajenas, lo que otro piense de nosotros es su problema.
Bajo ningún concepto debemos permitir que las opiniones de terceros distorsionen nuestra realidad, es un hecho que en un mundo lleno de subjetividades cada quien ve la vida a su manera y la cataloga según sus creencias y eso no implica que su opinión sea válida.
Hace algún tiempo era inevitable no tener una respuesta para cada crítica, confieso que he cambiado, ya no me importa mucho la opinión de otros, he logrado en algunos casos controlar la reacción, y me ha ido mucho mejor.
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