La libertad para ser tú y decir lo que sientes y piensas es ese hilo invisible que nos une a otra persona, ese puente que llamamos conexión es simplemente sentirnos relajados y ser nosotros mismos sin temor a ser criticados u objetados.
Cuando conectamos con alguien de un modo genuino somos nosotros mismos, así que debemos quedarnos donde podamos ser sin poses ni máscaras, dónde no seamos criticados ni descalificados, dónde no quieran cambiarnos. El cambio es posible y favorable cuando viene de nosotros, y eso sucede cuando entendemos que hacerlo es la única vía posible para mejorar las cosas, cuando nos damos cuenta que necesitamos cambiar nosotros para que nuestro entorno se transforme.