Mirarme para adentro y mis reflexiones introspectivas
Ultimamente me sucede que se me ocurre un tema para escribir, y primero debo consultar en el buscador del blog la palabra clave para revisar si ya he escrito sobre eso.
Son 12 años de contenidos, de vivencias, de reflexiones y es inevitable repetir los temas, porque de eso se trata la vida, de un ciclo que muchas veces repites, la diferencia está en como lo vives.
Este ejercicio me ayuda mucho porque releer lo que he escrito en algún momento de mi vida me conecta con mis vivencias y me invita a ver mi propia evolución, mis contradicciones o la firmeza de mis pensamientos.
En muchos casos vuelvo a estar de acuerdo con lo que alguna vez escribí y en otros me doy cuenta de cuanto cambié.
De eso se trata, de revisarse, de analizarse y de reinventarse, somos seres evolutivos, no somos permanentes; hoy sentimos, nos anclamos y mañana trascendemos, nos movemos de lugar, de enfoque, o simplemente nos quedamos ahí por confort, miedo o indecisión.
Eso es la vida.
Lo importante es crecer, desarrollar nuestros potenciales y capacidad para comprender, para amar, para comunicar o para interpretar lo que nos pasa.
Para mi estar abrumada es una oportunidad, son tantas las emociones que puedo expresar a través de las palabras.
Para mi tener un diario en el que pueda escribir lo que estoy sintiendo es una ventana que se abre dentro mis propios laberintos.
Estos días han sido tan raros, intensos y a la vez lentos, que mis emociones entraron en corto, he tenido el tiempo para analizarme, para enterderme, para interpretarme, incluso para liberarme y volver a condenarme.
He sentido tanto y a la vez nada, sé que puedo ser extrañamente intensa y distante, poco a poco me he ido conociendo y permitiendo que me conozcan los demás.
Pero aún no he dejado de ser esa que quiere todo para ya, y que la vida le enseña que debe saber esperar.
Intento desconectarme de esas emociones que no logro controlar, porque solo puedo ocuparme de las mías.
Intento entender que lo tiene que ser será, y lo que no se irá, no dejó de preguntarme si lo que quiero pasará, lo que sí tengo claro es que si no depende de mi lo tengo que soltar.
Hago lo que me toca y sigo adelante, no puedo llevar las cargas ajenas a cuestas, no puedo tomar decisiones por nadie, solo puedo comprender y esperar.... o soltar y seguir mi camino.
Cuando me permito verme en mis profundidades siempre aprendo, me conozco y me reconozco, me pongo límites y me permito ser y sentir, pero sobretodo vuelvo a confiar en mi.
Desde mi juventud he hecho lo que dice Silvio Rodríguez.... porque no cuesta nada mirarse para adentro... porque somos humanos e imperfectos y lo único que podemos hacer con lo que nos pasa es aprender a no repetir los mismos errores una y otra vez.