Esto me ha estado dando vueltas.
Los humanos somos complejos, nos deprimimos, somos reactivos, nadie es completamente feliz, pretender serlo también lo conocen como positivismo tóxico así que no nos salvamos de serlo en algún momento.
Y no digas, ah yo no, porque aunque tu no quieras podrías ser catalogado como tóxico según la opinión de otro; yo misma he dicho, soy la excepción, no soy tóxica, no soy invasiva, no soy celosa, no me gusta pelear, me encanta la paz, y mira que me han dicho tóxica.
Eso pasa porque cada persona nos mira con un lente personal, es subjetivo y conecta con nosotros desde su carencia o hartazgo, así que es muy probable que casi cualquier cosa que hagamos sea catalogado en un momento dado como comportamiento tóxico.
Somos personalidades, historias, inseguridades, expectativas, prejuicios andantes que vemos lo que queremos ver, por ejemplo, yo puedo verme en colores, pero una persona que solo aprendió a ver en blanco y negro no podrá disfrutar de mi arcoiris.
Es justo así, por lo tanto, repítamonos a diario el primer acuerdo de Miguel Ruiz, no te tomes nada personal, nada, pero, ¿Cómo hacerlo? o ¿Cómo evitarlo? si a todo le metemos corazón.
Lo anterior, sucede porque cada ser humano nos interpreta según su forma de ver la vida, a eso súmale que somo seres emocionales, así que todo pasa por el filtro de nuestros conflictos existenciales, y muchas veces no sabemos como proceder, no porque no queramos sino porque somos incapaces de gestionarlo.
Una persona saturada recibirá como un exceso casi cualquier cosa que reciba, y no es responsabilidad de la persona que da, van viendo cómo es la cosa?
Nada fácil, por eso es que relacionarnos cada vez se vuelve más complicado, preferimos meternos en el móvil y hacernos presos de la tecnología porque obtenemos todo de ella, no reacciona y tampoco exige.
Y vaya eso está mal, perdemos oportunidades y encima somos catalogádos como tóxicos muchas veces sin serlo, otras siéndolo, porque repito, nuestras emociones del momento actúan por nosotros y la otra persona es movida por su estado emocional.
De ahí existen las personas que emocionalmente no están disponibles, las personas con apegos evitativos, ansiosos, y entonces el problema son ellos no nosotros, o en el peor de los casos es el choque de dos problemas no resueltos, ¿cómo puedes construir algo sano en ese escenario?
Entonces, tú debes hacer el trabajo diario, haz instrospección y revisa desde dónde conectas, porque el error podría estar en ti, también analiza a la otra persona, solo corrigiendo e internalizando se pueden dar buenas transformaciones.
Usa este mantra, "Soy un ser humano único e irrepetible, soy hijo del amor y en algún lugar está la persona afin a mi" y suelta esas situaciones que no te suman, también repite "Soy un ser humano mejorable, estoy abierto a aceptar mis errores y enmendarlos"
No seas el tóxico en la película de nadie, aprende a soltar.
En conclusión, he descubierto que la gente no es loca, las reacciones no son desproporcionadas *no todo el tiempo*, todo absolutamente es consecuencia de algo, lo que debemos aprender es a salirnos a tiempo de esos vínculos tóxicos que nos minan el autoestima.
Mírate en el espejo, admírate, contempla tu belleza, la interior y la exterior, acepta que tienes fortalezas y también debilidades, pregúntate si vale la pena esperar migajas, reclamar atención, la respuesta es NO; o si por el contrario no sabes como recibir y retribuir el amor que te dan.
Nada es definitivo, todo es temporal, los estados anímicos son pasajeros, muchas veces crees que eres tú, y no, no eres tu son tus emociones, no seas víctima de ti mismo.