Si algo tengo que agradecerle al año 2022 es la independencia que he alcanzado en este período, por años viví en medio de una dependencia solapada, porque a pesar de trabajar y ganar mi propio dinero, en mi vida personal de un modo u otro siempre estaba dependiendo o buscando depender de alguien para hacer mis cosas.
Una de las cosas que logré en este año fue depender enteramente de mi, ser dueña de mi tiempo y mis decisiones, debo agradecer infinitamente a Dios por llenarme de bendiciones y fuerza para seguir adelante pese a cualquier dificultad, que las tuve y en algunos momentos me sentí sin energía, pero lo logré, cuando no pude sola hubo gente especial a mi lado que me impulsó aunque fueran transitorios, otros que bañaron de realidad mis días y eso también me sirviò para reaccionar y ver con más claridad, incluso para escoger lo que quería y lo que no en mi vida.
En fin, estoy más que agradecida y segura que Dios nos pone angeles en el camino para que nos ayuden cuando solos no podemos.
Tenía pensado publicar esta reflexión el último día del año, tengo varias semanas escribiendo al menos una o dos palabras al día, este último trimestre ha sido fuerte para mi, he tenido mucho trabajo y muchas actividades que me han mantenido intermitente con mi pasión que es escribir, por eso hoy revisando en los borradores decidí publicar la entrada antes de lo previsto, pues tengo la convicción de que se vienen días hermosos y tendré la inspiraciòn y el tiempo para dedicarme a escribir.
