Mis pasiones: Amar, escribir y hornear. Mi Blog es mi mundo, mi espacio de reflexión, Mi diario personal, me dejo fluir a través de las palabras, aprendo de la cotidianidad, amo escribir y que ustedes lo lean.

domingo, 1 de junio de 2025

Silencios

 


Siempre he sabido que de todo se aprende, o al menos yo trato de sacar un aprendizaje de todo lo que me pasa, sea malo o sea bueno, justo eso es lo que me ha ayudado a evolucionar como persona y me ha enseñado a ser resiliente.




Desde que recuerdo he sido una persona de cuidar mis pasos, todo milimétricamente pensado, con planes trazados y objetivos concretos, soy de las que no hago nada que no haya analizado primero,  le saco pros y contra a todos, estudio los escenarios A,B,C, continuamente me pregunto, ¿Qué pasa si hago? ¿Qué pasaría si no lo hago? y en general, ese método me ha funcionado.


Sin embargo, en algunos casos sé muy bien que eso me ha costado mucho tiempo, tiempo que luego he sentido perdido, pero pocas veces la vida me ha tomado desprevenida.


Ultimamente  nuevas amistades y personas me mostraron otra perspectiva, y me di cuenta que el tiempo es finito y que hay cosas que sencillamente no se piensan tanto, y que eso no es malo, pues también forma parte del vivir el aquí y el ahora.

 Aún así, improvisar o vivir sin planes es algo que me resulta cuesta arriba porque no forma parte de mi naturaleza, y más  cuando mi intuición me habla y  algo dentro de mi me dice que vaya con calma.


De cualquier modo sigo pensando que no hacerle caso es una necedad.


En fin, decidí continuar, no pensar y precipitarme y heme aquí haciéndome preguntas que al día de hoy no tienen respuestas.


A propósito de eso, hace unos meses escribí sobre la experiencia de aterrizar sin paracaidas, sí  yo lo escribí y me volvió a pasar, porque yo creo en la gente hasta que me demuestre lo contrario. 


 Porque en algunos casos hay personas que te dan una falsa sensación de seguridad, y te agarran y te dicen que son distintos, y de pronto cuándo  piensas que vas segura, te sueltan y desaparecen.

Y como no aprendí, la vida me lo repite,hasta que aprenda, porque insisto en creer que todas las personas son como yo, y que sienten y valoran como lo hago yo, y, la verdad no es así.


Hoy hasta mi hija me engañó, me dio un envoltorio de caramelo y lo destapé y me lo llevé a la boca, era una tiza, ella río a carcajadas y me dijo que era una broma, yo no pude hacer otra cosa que ponerme a llorar, otra vez me sentí engañada como a una niña, pero es mi culpa por confiar tanto en los demás.


Tan bonita que es la sinceridad, ser transparente, mostrarte tal y como eres, hablar de tus verdaderas intenciones, es simple y es la mejor forma de acercase a otros siempre con tu verdad, queda a elección de los otros aceptarlas o no.


Pero las personas insisten en usar máscaras para gustarte, en mentir para avanzar.


No hay nada más desconcertante que el silencio cuando no lo esperas, y se los dice alguien que ama el silencio, pero como todo, dependerá de la circunstancia.


El silencio me da paz cuando no existe incertidumbre, pero me la quita cuando no lo estoy esperando, o me toma por sorpresa.


Es que nada que no nos estemos esperando de alguien y nos tome por sorpresa puede darnos tranquilidad.


Por eso, me repito a misma como un mantra, que cada quien es como es, que cada quien procesa sus emociones y sentimientos de manera diferente, que no todos son como yo....pero de igual me sigue  resultando difícil entender, porque evito lidiar con la inestabilidad, con el hoy sí mañana no sé, con el como vaya viniendo vamos viendo, con las promesas incumplidas, porque eso es equivalente a empujar a alguien sin paracaídas, a minar su capacidad de creer destruyendo su confianza hacia los demás.


Y sé que existen los matices, pero para mi las cosas son o no son... siempre me hago responsable por lo que hago y provoco en la vida de los demás, soy de las que camina en puntas para no herir a las personas, soy empática y tengo responsabilidad afectiva, trato a los demás cómo me gusta me que me traten y soy incapaz de hacer algo que sé puede dañar a alguien más, pero la vida se empeña en enseñarme que no todos son como yo, poniendo en mi camino gente a la que poco le importa lo que su comportamiento provoque, definitivamente tengo que aprender.


Que la luna no es de queso, y yo no tengo 15 para andar creyendo en la gente y lo que dice ser.