Si algo vi en estos últimos 3 meses fueron las flores más hermosas < I fiori piú belli>, con sus colores exhuberantes y esa intensidad inigualable, les confieso que fue de lo que más me gustó.
observar como el ciclo de las flores va transformando su textura, su color, nacen con la primavera, alcanzan su máximo esplendor en el verano y mueren lentamente en el otoño, hasta desaparecer en el invierno.
Incluso algunas quedan sepultadas bajo el hielo, y en la próxima primavera están ahí sus raíces listas para volver a florecer.
Así somos los seres humanos, florecemos o nos marchitamos y todo depende de dónde encuentre cobijo nuestro corazón.
Muchas veces al no sentirnos felices ni amados nos vamos secando lentamente por dentro y por fuera en forma de tristeza e incluso enfermedades, por el contrario cuando logramos encontrar un espacio seguro y que nos llena de paz y felicidad somos capaces de florecer, y nos llenamos de energía y amor.
Solo debemos permanecer donde podamos florecer, dónde sintamos tranquilidad y sosiego, dónde nuestra alma resuene y nuestro cuerpo encuentre un buen sillón.