La vida es un ratico....cuantas veces hemos escuchado esta frase? [ muy banalizada por cierto] la repetimos continuamente sin darnos cuenta que crudamente es así, esto lo pienso cada vez que me entero que alguna persona conocida ha muerto repentinamente y sin que factores externos incidieran en el hecho, y, no puedo evitar impresionarme y sentirme triste, es hasta ese instante que me pregunto, como pasó si hace algunos días la vi, y estaba sana, contenta... es una extraña sensación que me hace reflexionar sobre la vida, el día a día, y la forma como elegimos vivirla, allí regresan las preguntas, esas que a veces no les consigo respuestas; cuantas veces nos preocupamos en exceso por situaciones que no podemos cambiar? Cuantas veces nos complicamos por temas superficiales y le restamos tiempo valioso a nuestra vida? cuantos vivimos una realidad indeseada solo porque pensamos que en algún momento va a cambiar?...y lo más triste es que viviendo así se nos pasa el tiempo, ese que cuando se va no regresa jamás. porque una vez que ya no estamos nos dedican un tiempo en llorarnos, y luego se hace corto el tiempo en que nos recuerdan hasta que nos van olvidando.
Es por eso que debemos entender que el momento realmente valioso es este, el ahora, el aquí, debemos vivir y disfrutar cada instante, no debemos permitir que las emociones tóxicas de los demás nos contaminen, debemos cuidarnos el cuerpo y la mente, ya que esa es la única única manera de que espiritualmente estemos en equilibrio; trabajar el desapego, ya que debemos tomar conciencia sobre lo breve que es la vida y que todos somos mortales y con un tiempo finito de existencia, esto nos servirá para intentar vivir la vida de una forma más sosegada y amando cada instante y cada pequeña cosa que hagamos.
Es por eso que debemos entender que el momento realmente valioso es este, el ahora, el aquí, debemos vivir y disfrutar cada instante, no debemos permitir que las emociones tóxicas de los demás nos contaminen, debemos cuidarnos el cuerpo y la mente, ya que esa es la única única manera de que espiritualmente estemos en equilibrio; trabajar el desapego, ya que debemos tomar conciencia sobre lo breve que es la vida y que todos somos mortales y con un tiempo finito de existencia, esto nos servirá para intentar vivir la vida de una forma más sosegada y amando cada instante y cada pequeña cosa que hagamos.