Cada vez es más común encontrarnos con gente de nuestro entorno cercano que nos usa como muletas para que sus cargas emocionales les pesen menos, y, nosotros por amor, por consideración, por inmadurez o incapacidad para decir que no, terminamos llevando por dentro y procesiones que no nos pertenecen y exteriozándolas y afectando nuestra propia vida, imaginen por un momento una casa donde entra mucha gente con los pies llenos de pantano, al final de un día lluvioso hay tanto charco y sucio que ya es imposible ver el color del piso cuando está limpio, exactamente así queda nuestro cuerpo emocional despues que nos convertimos en el buzón de quejas de la gente que nos rodea, nos saturamos de tal manera que terminamos convertidos en el basurero emocional de los demás, y cuando no podemos más con tanta toxicidad colapsamos nosotros. Generalmente estos colapsos se manifiestan en estados de ánimos negativos e incluso en enfermedades.
Es por ello que, debemos aprender a diferenciar entre ayudar a alguien a solucionar un problemos desde fuera y hacernos dueños del problema que de paso no nos pertenece, lo segundo nos genera una carga emotiva adicional que nos hace sentir culpa y nos modifica el estado de ánimo y las propias perspectivas de vida. Cuando esto ocurre nuestro yo suele pasar a un segundo plano y le damos preeminencia al problema "sufrimiento" de la otra persona, hasta el punto de abandonarnos y cambiar nuestras emociones por las de los demás, aún y cuando sintamos y sepamos que con eso no vamos a lograr nada.
Hoy quise escribir sobre esto, porque uno todos los días aprende algo nuevo, y hoy conversando con alguien cercano, llegamos a este tema, de que por más que uno quiera no puede ser el superheroe de alguien más, y por lo tanto, no podemos por buenos convertirnos en seres que vienen al mundo a sufrir tragedias ajenas, definitivamente no, cada quien se forja su camino, elige como vivir su vida, y nosotros podemos apoyar hasta donde se deba, siempre que eso no nos implique salir lastimados, y no es egoismo, ni falta de solidaridad y
compañerismo, es un tema de salud y desarrollo personal, dejemos ya de ser las esponjas emocionales de la toxicidad que nos rodea.