Una de las cosas de las que me he percatado es que enfoco toda mi atención en temas o situaciones que quiero resolver y soy lo bastante disciplinada como para llevarlo a término, pero es algo que debo realizar por etapas.
No se trata de que no pueda hacer muchas cosas a la vez, de hecho sí, y me puedo concentrar, pero lo que no puedo desaprovechar es la energía creadora cuando la tengo, a eso me refiero, el ahínco y la pasión para hacer algo y no parar hasta terminarlo debo aprovecharlo al máximo.
Pienso que también sucede porque soy muy emocional, y a todo le pongo corazón, de lo contrario hay muchas cosas que no haría, también por eso hay muchas que priorizo, es que yo decido, esto sí, esto no, y mis emociones influyen mucho en la decisión.
En el anterior post les escribí sobre motivación, eso es importante para mi porque debo sentirme motivada para avanzar, todos los seres humanos necesitan combustible para avanzar, para mi la motivación es eso que me impulsa a seguir adelante, incluso ante las adversidades.
Les confieso que el entorno me afecta, por momentos aunque no quiera me siento asfixiada, pienso que son procesos por los que los seres humanos pasamos, lo importante es que aprendamos a sobrellevarlo y a vivir con ellos sin que nos paralicen.
Debemos entender que todo cambia, el mundo está en constante movimientos, con el día a día surgen nuevos modos, caminos desconocidos, formas de ver y sentir, y aprender a vivir con eso es clave para ser feliz.
Muchas veces de la más mínima grieta emergen raíces, colores, luces que van transformando todo a su pasa, es como cuando estamos a oscuras y al final se filtra la luz y renace la esperanza, se cuela por la rendija y volvemos a empezar.
