Vive por ti, conécta contigo
No vivas tu vida enfocada en alguien más a menos que sean tus hijos y estén pequeños.
Haz que cada minuto de tu vida merezca ser recordado, no llores por lo que no puedes cambiar, porque lo único que realmente tienes el poder de transformar es a ti mismo.
Ocupa tu tiempo en hacer cosas que te hagan feliz, descubre tu pasión, ama profundamente, y cerciorate de que sea recíproco.
Tu energía vital debe ser cristalina, tu aura debe brillar, cuando estás triste se opaca, sé luz para el resto, motiva a los demás a seguir tu ejemplo.
Descubre tu pasión y centra tu intención en cumplir tu propósito de vida.
Piensa en ti no eres egoísta si lo haces, respeta tu límites y protegerás tu espíritu.
Ríe, sana, suelta, olvida lo que no te hace feliz, avanza, dejarás a muchos en el camino, y eso está bien, significa que no están en tu evolución.
Piensa en esas personas que solo al recordarlas te hacen reír, esos son los imprescindibles.
Piensa en ti, vive por ti, tu cuerpo y tu corazón te lo agradacerán.
Tienes la capacidad para florecer y ser tu mejor versión.