En la vida no sucede nada por casualidad, he podido comprobar que todo cuando ocurre viene atado a una causalidad, todo lo envuelve una cadena de eventos que de algún modo u otro nosotros mismos hemos provocado, en ocasiones las circunstancias nos llevan a decir o a hacer cosas........... y de como reaccionemos dependerá que tan benévola sea la vida con nosotros en procesos futuros.
Algo así me ocurrió, viví momentos en mi vida en los que pensé que lo mejor era dejarlo todo, y todo me refiero a situaciones en mi vida que me parecían complejas de tolerar, en ese devenir quizás me resultaba difícil comprender que a veces con paciencia y mucho amor todo se puede lograr, afortunadamente, tuve mi maestro ese que me enseñó el valor de saber esperar, y hoy en día, he logrado entender que lo que tanto temí o de aquello de lo quise escapar me ha tocado vivirlo a mi, hoy mirando atrás reflexiono que todo gira y de nosotros depende de que lado quede la balanza, por fortuna para mí el final fue feliz.
Es por ello que hoy más que nunca les digo, la empatía es vital para garantizar la larga vida a cualquier relación.