En estos tiempos es la palabra que más se escucha, todos aluden a ella cuando hablan de cambios, de transformaciones......sin embargo, una serie de acontecimientos que he podido presenciar me llevan a sentir que justo ahora es cuando más ávidos estamos de ella.
Hablo de la CONCIENCIA, sí, esa que habita dentro de cada ser humano y se encarga de decirnos que está bien y que está mal; esa conciencia que va arraigada a los valores con los que fuimos formados y que al proceder nos dicta las pautas que finalmente caracterizaran nuestros actos.
Sin embargo, dudas saltan en mi cabeza, preguntas y más preguntas me vienen y todas me llevan a pensar, que será lo que pasa? pues, si todos los seres humanos somos capaces de definir a la conciencia en términos sencillos; qué es lo que ocurre en el mundo hoy en día que nadie apela a ella cuando actúa??? lo que hasta ahora he escrito, no necesito fundamentarlo, salta a la vista, los efectos de la inconciencia los vemos en el planeta con el calentamiento global, en las guerras, en la desigualdad, en la injusticia, en el mercado, en la casa, es por ello que quisiera entender y digerir lo que ocurre dentro de cada ser humano que todos jugamos a auto destruirnos. Es como si una fuerza interna nos saboteara la vida, una y otra vez; y digo interna porque somos los únicos responsables de todo cuanto nos ocurre, y, si como individuos somos capaces de valorarnos, deberíamos entonces partiendo de lo que consideramos como bueno, producir cambios en el entorno que nos lleven a mejorar.
En ese sentido, es mucho lo que se ha escrito sobre la conciencia, y el juicio de saber lo que nos conviene o no, obviamente esto lo veo ligado a la moralidad, es decir, cada quien desarrolla la suya en función de sus valores y esta se aferra al alma y a la mente, por eso es que se dice coloquialmente que actuemos bien pues luego el remordimiento no nos dejará vivir.... en lo particular prefiero llamarla la conciencia tardía que aparece para reprocharnos algo después de haberlo hecho; aunque por eso las conductas erradas no dejan de ser reprobables, el asunto radica en no arrepentirnos, sino más bien en actuar con coherencia y recordando que es ella y solo ella la "Conciencia" quien debe marcar nuestros comportamientos buscando el equilibrio.
Ahora bien, lo ideal es desarrollar ese estado de conciencia colectiva que nos invita a actuar en pro del bien común, no obstante, en mi laberinto concluyo que como todo es relativo, lo que mi conciencia llama bueno para otro podría ser lo contrarío, así que una vez más la complejidad de ser humanos nos convierte en victimas o victimarios según el cristal que nos esté mirando.
Johana.
Gilberto tiene razón, es verdad que la conciencia y el corazón se enfrentan en una lucha férrea por pensar y sentir diferente................. Aún ando en la búsqueda permanente del equilibrio.
Digno de compartir:
El rango de lo que pensamos y hacemos
está limitado por aquello de lo que no nos damos cuenta.
Y es precisamente el hecho de no darnos cuenta
de que no nos damos cuenta
lo que impide
que podamos hacer algo
por cambiarlo.
Hasta que nos demos cuenta
de que no nos damos cuenta
seguirá moldeando nuestro pensamiento y nuestra acción.
Dr. J. Laing