Mis pasiones: Amar, escribir y hornear. Mi Blog es mi mundo, mi espacio de reflexión, Mi diario personal, me dejo fluir a través de las palabras, aprendo de la cotidianidad, amo escribir y que ustedes lo lean.

domingo, 4 de mayo de 2025

A veces lo breve es necesario

 


La vida me ha enseñado que a veces nuestro destino está en la brevedad de un pequeño acto.


Debemos pasar por un punto para llegar a otro, quizas tu estancia en ese puente, que es una mera analogía durará corto tiempo, pero la única forma de pasar al otro lado, o de llegar a tu destino es pasar por ahí.


No existen las casualidades, en nuestra existencia todo es producto de la causalidad, sí, todo es causa y efecto. Y por eso, para llegar a un lugar debemos transitar ciertos caminos aunque no nos parezcan los adecuados.

Todo tiene un porqué.

Puede ser cualquier cirncunstancia, yo te lo planteo como  un puente, que debes cruzar, no es tu meta pero si es necesaria para alcanzar tu objetivo.

Lo cierto de todo, es que uno nunca debe decir nunca, porque a veces eso que niegas te salva o te abre nuevas puertas o ventanas para conocer nuevas posibilidades de vivir y ver la vida.

Tampoco te arrepientas de lo que te pasa, porque de todo se aprende, a veces debemos llorar para aprender a apreciar la belleza de una sonrisa.

Debemos sentir frío, hambre, tristeza para entender el valor de un abrazo, de una pequeña fruta o la presencia de alguien que siempre está allí aunque no lo notemos.

A veces en el lugar más insospechado encuentras eso que tanto has estado buscando, aunque tu paso por ahí sea breve y efímero.

La causalidad es ese hilo conductor que te lleva exactamente hasta ese lugar dónde tenías que estar para coincidir con eso que siempre has estado buscando.

Aunque seamos incrédulos, la vida es una cadena de eventos, la teoría del caos, el aleteo de la mariposa, todo pasa por y para algo.

Pero también existe el libre albedrío, todo depende de ti y que tan observador seas en el momento que tengas que encontrar eso que te es afín.

Como la oruga debemos vivir el proceso de pasar de vernos como una crisálida hasta convertirnos en una mariposa.

Para dónde vayamos luego de desplegar las alas, eso sí dependerá integramente de nosotros y nuestras decisiones.