Mis pasiones: Amar, escribir y hornear. Mi Blog es mi mundo, mi espacio de reflexión, Mi diario personal, me dejo fluir a través de las palabras, aprendo de la cotidianidad, amo escribir y que ustedes lo lean.

domingo, 25 de septiembre de 2011

CUANDO QUEJARSE SE VUELVE COTIDIANO


 Este artículo es para todo aquel que piense que ha llegado el momento de afrontar las circunstancias de la vida, esas que generalmente llamamos problemas y que de un modo u otro sabemos que solo con quejas no las resolveremos, sin embargo, si usted es de los que piensa que con quejarse ha contribuido y no debe tomar parte de la solución, quizás le parezca que leerme es una pérdida de tiempo, se equivoca, le cuento, que esta reflexión también es para usted, empiezo por comentarle que la vida es una sola y que solo nosotros elegimos como vivirla,  por eso, preste atención y  ayúdeme a determinar que estamos aportando como solución  a los problemas, en un mundo donde quejarse está de moda, si cree que exagero, pregúntese ¿Por qué se nos hace difícil hablar de lo bueno  de nosotros mismos o de los demás, mientras que criticar o hablar mal de algo o de alguien se nos facilita?                              


 Ahora bien, antes de hacer uso de nuestro amplísimo repertorio de quejas para "todo"   bien valdría la pena reflexionar sobre lo que estamos haciendo como sociedad para generar y motorizar los cambios de los que tanto hablamos; y es que cada día es más común escuchar una letanía de reclamos por cualquier cosa que ocurre a nuestro alrededor y que dependiendo de nuestro ánimo lo vemos con desagrado, por ejemplo, si llueve nos quejamos del frío, de los charcos, si no llueve nos quejamos del calor, del bululu, nos quejamos de la lentitud, nos quejamos de la rapidez, nos quejamos del semáforo cuando no alcanzamos la luz verde, nos quejamos del calentamiento global, de la contaminación, de la política, de la inseguridad, del exceso de seguridad, del tiempo,  del desempleo, del trabajo, de la pobreza, de las veces que tenemos que cocinar, limpiar, lavar, de los años, de la vida, de la muerte… si tenemos muchas actividades nos quejamos del  estrés, si tenemos pocas nos quejamos del aburrimiento; es que cuando de quejarse se trata, nuestra experticia e imaginación es tal, que nadie nos gana.   



Asimismo, si hablamos de los canales que generalmente usamos para hacer pública la queja, allí también somos expertos, pues si no tenemos nadie al lado para que nos escuche, nos quejamos por el pin, por el Twitter, por el facebook, en el estado de MSN, y en cuanta red social exista, eso sí que sabemos nosotros,  hacemos pleno uso de nuestra libertad de expresión, tanto que en ocasiones, imponemos la queja porque es nuestro capricho,  así  sepamos que a los demás no les interese saberla.......       


  

Es así, como pasamos parte del día quedándonos, convirtiéndonos en quejumbrosos o quejones de oficio, usted puede usar el términos que más le guste, a mí no me gusta ninguno de los dos por eso le digo “ok, ya basta” dejemos la incoherencia y comencemos a pensar si un saco de quejas vacías nos ayudarán a mejorar como sociedad; dejemos de endosar las culpas a terceros, asumamos la cuota de responsabilidad que tenemos como sujetos sociales maduros y conscientes.... y de hoy en adelante, si surge una situación por resolver, en lugar de quejarnos, ofrezcamos nuestro aporte para solucionarla.... pienso que esa es una forma para empezar a revertir nuestro universo de quejas e irle dando paso a uno nuevo lleno de aportes y posibilidades, incluso cada vez que sintamos la tentación de quejarnos pensemos como hemos estado contribuyendo para que esa situación no ocurriese e inclusive asumamos concienzudamente y con madurez nuestra indiferencia  frente acontecimientos que dieron nacimiento a las quejas que hoy en día nos acompañan a todas partes; aceptemos que nada pasa porque sí, todo cuanto ocurre a nuestro alrededor parte de un fenómeno, de un proceso, de una omisión, en esta vida las casualidades no existen, lo que hay son causalidades, efectos, consecuencias, por lo que coloquialmente  dejemos de lado el quejómetro, sí, ese que mide las quejas del día a día y en su lugar usemos el solucionómetro, ya que solo así sabremos cuántos aportes le damos a la sociedad en ese esfuerzo por ser cada día mejores ciudadanos. .....Si no somos parte de la solución lamentablemente somos parte del problema.  

  
   
En función de lo anterior, y para concluir, les sugiero que en lugar de quejarnos porque se va la luz, pensemos que estamos haciendo para usarla eficientemente cuando la tenemos, cuando sintamos ganas incontrolables de quejarnos de la inseguridad y sus números rojos, analicemos si desde nuestros hogares estamos contribuyendo a disminuirla modelando los comportamientos de nuestros pequeños con valores y principios.  Que no está en sus manos resolver los problemas delictuales que ya existen? Quizás no, sin embargo partiendo de que la principal causa de esta es la descomposición de la familia, su responsabilidad comienza cuando no se ocupa de la suya, y  así podría enumerarle muchos ejemplos, pero esa no es la intención, lo que busco es que se dé cuenta que ha llegado el momento de que asumamos una actitud participativa y protagónica en nuestra sociedad en todos los aspectos, pues si queremos que algo cambie, empecemos por nosotros mismos, hoy en día quejarse no es suficiente....... Así que cierro diciendo que nuestra tarea es "evitar" que quejarse se haga cotidiano.


Recuerda, Si tienes mucho que lavar es que tienes Ropa que vestir…..si tienes que limpiar es que tienes un techo donde vivir….ya ya….deja de quejarte y disfruta la vida con responsabilidad.
Johana

martes, 13 de septiembre de 2011

LOS INTELECTUALES ORGÁNICOS


Generalmente Posteo reflexiones mías! pero leyendo a Gramsci, este extracto de su Obra el Intelectual Orgánico" merece la pena ser leído.

Para Gramsci, todos los hombres son intelectuales, considerando que “no hay actividad humana de la cual se pueda excluir de toda intervención intelectual, no se puede separar al homo faber del homo sapiens” en cuanto, independientemente de su profesión específica, cada quien es a su modo “un filósofo, un artista, un hombre de gusto, participa de una concepción del mundo, tiene una consciente línea moral” pero no todos los hombres tienen en la sociedad la función de intelectuales.
Históricamente se forman categorías particulares de intelectuales, “especialmente en conexión con los grupos sociales más importantes y sufren elaboraciones más extensas y complejas en conexión con el grupo social dominante”. Un grupo social que tiende a la hegemonía lucha “por la asimilación y la conquista ideológica de los intelectuales tradicionales... tanto más rápida y eficaz cuanto más el grupo dado elabora simultáneamente los propios intelectuales orgánicos”.
El intelectual tradicional es el literato, el filósofo, el artista y por eso, nota Gramsci, “los periodistas, que retienen ser literatos, filósofos, artistas retienen también ser los verdaderos intelectuales”, mientras modernamente es la formación técnica la que sirve para formar la base del nuevo tipo de intelectuales, un “constructor, organizador, persuasor”, que debe llegar “de la técnica-trabajo a la técnica-ciencia y a la concepción humano-histórica, sin la cual permanece especialista y no se vuelve dirigente”. El grupo social emergente, que lucha por conquistar la hegemonía política, tiende a conquistar la propia ideología intelectual tradicional mientras, al mismo tiempo, forma sus propios intelectuales orgánicos.
La organicidad del intelectual se mide con la mayor o menor conexión que mantiene con el grupo social al cual se refiere: ellos operan, tanto en la sociedad civil – el conjunto de los organismos privados en los cuales se debaten y se difunden las ideologías necesarias para la adquisición del consenso que aparentemente surge espontáneamente de las grandes masas de la población a las decisiones del grupo social dominante – que en la sociedad política o estado, donde se ejercita el “dominio directo o de mando que se expresa en el Estado y en el gobierno jurídico”. Los intelectuales son algo así como “los apostadores del grupo dominante para el ejercicio de las funciones subalternas de la hegemonía social y del gobierno político”.
Como el Estado, en la sociedad política, tiende a unificar a los intelectuales tradicionales, con aquellos orgánicos, así en la sociedad civil y el partido político, todavía más completa y orgánicamente que el Estado, elabora “los propios componentes, elementos de un grupo social nacido y desarrollado como económico, hasta convertirlos en intelectuales políticos calificados, dirigentes, organizadores de todas las actividades y las funciones inherentes al desarrollo orgánico de una sociedad integral, civil y política”.


FUENTE:  http://es.wikipedia.org/wiki/Antonio_Gramsci

jueves, 8 de septiembre de 2011

LA FLEXIBILIDAD COMO ALTERNATIVA




Para introducirme en el tema de la FLEXIBILIDAD del proceder debo comenzar realizando las interrogantes de rigor, pues, mis queridos lectores saben que estos temas que con periodicidad desarrollo en este blog son productos de introspecciones, por lo tanto, lo aquí descrito se desprende de lo que pienso, sin embargo, mi pretensión es que  este análisis se colectivice, para que así, ustedes quienes me leen se hagan las mismas preguntas que me planteé cuando comencé a escribir estas líneas; en primer lugar me movió la necesidad de saber ¿Qué entendemos por flexibilidad?, para así determinar si en realidad los seres humanos tenemos claro ¿Cuáles son sus ventajas?, esto a propósito de tanta rigidez que hoy en día permea y determina nuestros comportamientos, los cuales en muchas ocasiones nos dificulta el camino que debemos transitar en este tren llamado Vida; como ven son dos preguntas reflexivas, y la clave está en las respuestas; pues últimamente me he topado con situaciones en mi vida en las que ser flexible o no, ha marcado la diferencia.
 Ahora bien, a los efectos de darle simplicidad a mi reflexión, les comento que así como nuestros músculos tienen la capacidad de estirarse a conveniencia o necesidad para adaptarse a un rango de amplitud de movimientos, del mismo modo, nuestras actitudes o comportamientos deben ser maleables para adecuarse a las circunstancias y a las personas,  lo complejo ocurre cuando nosotros en proceder consciente debemos aplicar la flexibilidad como táctica y entender que ser flexibles no es sinónimo de ser débiles, al contrario, es un signo de inteligencia meditada y habilidad; partiendo de esta idea, una vez más me escudaré en  la palabra mágica, mi palabra favorita, aquella que trato de aplicar en mi día a día, no es otra que “Equilibrio”, ya que, no podemos dimensionar nuestro mundo con fluctuaciones constantes o el coloquialmente famoso estira y encoje, o mejor dicho si podemos pero no debemos, pues mucha rigidez tensa la cuerda hasta romperla, pero extremada flexibilidad no nos permite fijar posición y nos convierte en el barco que se mueve con la corriente. Ambos extremos son negativos.

Así pues, la flexibilidad debe ser entendida como una virtud del ser humano que nos permite  regular la capacidad que tenemos para adaptarnos al entorno y las situaciones que de este derivan, es decir, en mi caso, la interpreto como la agilidad con la que podemos manejar las circunstancias de cada persona o situación, sin abandonar nuestra esencia, aquella que nos caracteriza y nos hace firmes y diferentes de los demás, esto es signo de madurez, toda vez que, para ser flexibles, debemos demostrar que tenemos un criterio definido y que sabemos reflexionar, de modo tal que podamos responder según cada situación que nos toque afrontar.

Un factor importantísimo al cultivar en la vida un proceder flexible se basa en reconocer cuales son aquellos criterios o comportamientos que según las circunstancias estaríamos dispuestos a cambiar, obviamente, pienso que todo esto forma parte de un proceso reflexivo de autoconocimiento, donde solo cuando sabemos exactamente lo que somos y lo que buscamos en la vida, justo allí,  somos capaces de comprender en realidad cuando, donde y con quien podemos ceder o darle maleabilidad a nuestro proceder.

En función de la reflexión anterior, queda claro que ser flexible nada tiene que ver con ser manipulable, en contraposición, lo que significa es que según las circunstancias debemos aprender a adaptarnos pero con firmeza aprender a decir SI o NO de forma oportuna.

Cuando somos flexibles, nos abrimos a la posibilidad de innovar, de conocer nuevas formas de recorrer el mundo, de amar, de aprender, de recibir, de sentir; pues la flexibilidad se traspola a todos los ámbitos de nuestra vida, eso sí, cuando de ser flexibles se trata debemos olvidarnos de las palabras nocivas: orgullo, arrogancia, altivez y soberbia, ya que en ocasiones, estas operan sobre nosotros y nos convierten en sujetos rígidos capaces de hacer las cosas solo a nuestra manera, y negados a aceptar que pueda existir un criterio válido que no sea el nuestro….Es por ello que la importancia de conocer y moldear nuestro comportamiento deriva en que son las actitudes que asumimos ante el mundo las responsables de  la frustración que nos embarga, cuando descubrimos que lo que nos empeñamos en creer no es así, podríamos hasta enfermarnos de ira al observar con impotencia que mientras nos enfrascamos en una actitud negativa o de excesiva rigidez paralizante,  el mundo a nuestro alrededor sigue girando.
Lo Anterior, trae a mi mente la frase de un buen amigo, quien me habló en fecha reciente de la  vida,  la cual describió análogamente como un pasajero y su tren, según él, nosotros elegimos el camino y con cada circunstancia tenemos tres opciones; 1) nos montamos en el tren y nos agarramos fuerte para no caer, seguros de que llegaremos a destino 2) nos hacemos a un lado y lo dejamos pasar, 3) o nos atravesamos y permitimos que este nos aplaste y siga adelante.
En cuanto al tren, coincido con mi amigo,  y queda claro que este ejemplo es adaptable a cualquier circunstancia, para que eso ocurra, debemos elegir el camino la flexibilidad en la forma de comportarnos,  porque es ella quien nos permite perdonar y ser empáticos, en la visión que le damos al mundo, es ella la única capaz de regalarnos un matiz para cada día, en el amor  ella nos da tranquilidad, serenidad y más amor, en las opiniones, nos abre las posibilidades de aprender nuevas formas de razonar y entender el mundo, en la ideología, nos democratiza los pensamientos y aumenta nuestros niveles de tolerancia, en la sociedad, nos hace mejores seres humanos y ciudadanos, en la familia, siembra la libertad para elegir, la comprensión y afecto mutuo... en conclusión son más las ventajas de ser flexibles en la actitud y en el modo de pensar, que los resultados que obtenemos cuando elegimos el camino del  actuar con rigidez. Una rigidez que la única cuerda que tensa hasta romper, es la nuestra.

Johana

A propósito de Flexibilidad.

El Enfoque de Musáshi (1645) explica: 

El ideal de la flexibilidad metódica se resume en el concepto de “definirse sin tomar posición". En cuanto el adversario reconoce cual es tu táctica, puede derrotarte. Por ello una estructura y un orden excesivos conducen a la fragilidad y a la derrota. Por otra parte, si no sigues ningún tipo de orden, no puedes concentrar tus recursos ni regular tus acciones con eficacia. Esto también conduce a la derrota. Combina el orden con la flexibilidad. Fluye como el agua alrededor de los obstáculos. Muévete lentamente cuando las condiciones sean desfavorables. Muévete con fuerza cuando se de la oportunidad. Todo el mundo sabe que una corriente de agua busca el mar (el agua es metódica en sus objetivos), pero ¿Quién puede decir cuando llegará? (el agua es flexible en su forma de actuar). Piensa en ganar, no en la posición.


  
Cuando la gente no entiende algo, considera erróneamente que eso es vacío. Éste no es el vacío real; es una ilusión” Miyamoto Musashi.

"NUESTRO CARÁCTER ES EL RESULTADO DE NUESTRA CONDUCTA". ARISTÓTELES



Lectura Recomendada: LA RIGIDEZ  http://www.revistaesfinge.com/?p=180